viernes, enero 03, 2014

Tomar Distancia. Cambiar perspectivas



¿Por dónde empiezo? Todo es un volver a empezar. Un ciclo. Un hasta luego. Este blog también. Es extraño, porque este espacio es casi una conquista y digo casi porque no logro conquistarlo. Voy y vuelvo. He recorrido diferentes escenarios buscando inspiración y la encontré! Aunque no era precisamente la que necesitaba para llegar hasta aquí.
Cuando me decidí a comenzar lo hice porque sentí que tenia mucho para dar. Hoy sigo sintiendo lo mismo. Entonces, ¿Por qué la pausa?
Tomar distancia nos permite mirar desde otra perspectiva y desde mi último post hasta la fecha creo que pasó eso. Tome distancia. Bastante distancia.
Se preguntarán, ¿qué fue lo que miré con distinta lejanía?  y no fue más ni menos que la vida. Desde lo mas simple y cotidiano hasta lo más complejo.
Aprendí muchas cosas y me di cuenta que muchas más me quedan por aprender. Sobre todo, y en lo que concierne a nuestro espacio, aprendí de las personas. De las personas y su relación con el trabajo. Con su profesión, con su elección, con sus prioridades, con sus emociones.
Aprendí que más allá de las reglas que queramos imponer, hay que construir reglas colectivas para que todos estemos de  acuerdo. Buscar el consenso es la clave del éxito en las organizaciones. Y esto que parece una obviedad la cual siempre supe, tuve que desaprender algunas cosas para aprenderla de nuevo.
Aprendí que las personas necesitan sentirse especiales. Valoradas. Únicas. Escuchadas. Que ya no basta con que las motivemos, ofrezcamos beneficios grandilocuentes, recurramos a nuestra creatividad para sorprenderlos con el family day, el casual day, el home office day y otras tantas cosas que hacemos la gente de Recursos Humanos acudiendo a demandas actuales y  a herramientas de nuestros primos hermanos del Marketing.
Aprendí que en los tiempos turbulentos que vivimos, las estanterías estructurales de nuestra sociedad, las cuales están en un permanente desequilibrio y movimiento, hay piezas que se movieron y creo no volverán a su lugar. Me refiero a valores, instituciones, conceptos, han cambiado. Es entonces que cuando hablamos de trabajo ya no se habla de un medio o estilo de vida, de una vocación o de una profesión solamente. Se espera que el trabajo sea como  la vida misma: Flexible y Sensible. Es decir, que quienes dirigimos empresas las concibamos con flexibilidad y sensibilidad como componentes de presentes, muy presentes.
Aprendí quea ya no buscamos sólo el perfil ideal cuando hacemos selección sino el perfil educable y concebimos a las empresas (por características de nuestro entorno) como una célula clave de la sociedad que no sólo brinda fuente de trabajo sino que además educa, forma, contiene y suple tantas falencias del entorno.
Hace poco leí un discurso de un representante político europeo de mediados del siglo pasado que decía algo así como que el problema de esta época es que “se siente mucho y se piensa poco”. Esto me llevó a la reflexión casi constante que debemos practicar los profesionales de Recursos Humanos: ¿Cómo llevar adelante un modelo de gestión eficiente contemplando la contención que demandan los trabajadores?
Tomar distancia hace bien. Comienza un nuevo año, 12 meses por delante. Tenemos distancia suficiente para planificar y vislumbrar las empresas que queremos tener y las personas que queremos ser.