viernes, abril 15, 2011

Comunicación Interna ¿Existen idiomas paralelos?

En dos ocasiones muy distintas llegó a mi poder un libro titulado "El Abanico de Seda" el cual consiste en una novela que tiene como argumento el idioma Nu Shu y la relación que se genera entre quienes lo practican.

El Nu Shu era un lenguaje que se utilizaba en unas provincias del sur de China desde el siglo III pero que se tomó conocimiento del mismo en 1983 aproximadamente. La principal característica de este idioma local es que era sólo para las mujeres, sólo ellas sabian de su existencia ya que el Nan Shu (idioma de los hombres) a ellas se les negaba.  El Nu Shu se fue enseñando de generación en generación entre madres, hijas y cuñadas con el objetivo de poder mantenerse comunicadas. Gracias al simbolismo que tenia podrían expresarse no sólo en palabras sino en escritos, bordados y pinturas artísticas.

Cuando comencé a interiorizarme sobre esta historia fue al mismo tiempo, que además estaba cursando la materia Comunicaciones Corporativas en el marco del Master que estoy realizando. Lo anterior sumado a mis experiencias laborales previas me llevaron a reflexionar sobre si las empresas, con sus politicas y usos de la comunicación pueden contribuir a la generación de "idiomas paralelos" los cuales son desconocidos por los directivos.

Tal vez, a simple vista parecería ilógico el planteo, pero ¿que hay de esos códigos que suelen generar los empleados de una organización y que más de un directivo quisiera enterarse? ¿Qué pasa con el radiopasillo y los rumores? ¿Con las conversaciones al lado de la máquina de café? ¿En el comedor de la empresa o en el cambio de turno de las plantas industriales? Todos estos códigos y medios poseen información que raramente llegan a la cúpula de la organización y que contribuirían mucho a saber a acerca de nuestro clima organizacional.

Ahora bien, esto sabemos que existe. Pero, desde Recursos Humanos  y desde la dirección de la organización, ¿Qué hacemos para minimizar las posibilidades de que surjan lenguajes y códigos paralelos y secretos? ¿Tendemos a procurar minimizarlos o los estimulamos brindando escasa e incoherente información a los integrantes de la organización? Tal vez nos deberíamos preguntar si como Organización manejamos nuestro lenguaje abiertamente asegurándonos que todos lo dominen y brindando información correcta y oportuna por los canales pertinentes a efectos de minimizar los efectos negativos de no saber lo que pasa en nuestra compañía.

Así como las mujeres de China buscaron la forma de no acallar sus pensamientos y vivencias, los personas dentro de las organizaciones desarrollarán la forma de canalizar la insatisfacción que genera la incertidumbre de la comunicación que muchas veces se da a través de la no comunicación la cual genera mayores paranoias.

Desde Recursos Humanos, invito a que tengamos en cuenta que el publico diverso al cual nos dirigimos necesita ser informado, comunicado y orientado siempre y cuando no querramos impulsar un lenguaje secreto en nuestras organizaciones.